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Más de 150 científicos alertaron al Gobierno de Australia sobre el impacto negativo del desarrollo industrial cerca de la Gran Barrera de Coral, el mayor sistema coralino del mundo.
Este llamamiento se da a menos de dos semanas de que el Comité de Patrimonio Mundial se reúna para discutir si la Gran Barrera , situada en el noreste de Australia, debe ser incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad amenazado.
El mes pasado la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) instó a las autoridades de Australia a tomar medidas "urgentes" para evitar el deterioro de la Gran Barrera de Coral, y que ésta se incluya en la lista de Patrimonio de la Humanidad amenazado.
Los científicos de la Universidad James Cook de Australia, la Universidad de Hawaii de EE.UU. y una treintena de instituciones consideran que la construcción de nuevos puertos, el dragado a gran escala y el aumento del tráfico de cargueros por la expansión de la explotación minera y energética acelerará el deterioro de la Gran Barrera.
El ecologista Hugh Possingham de la Universidad de Queensland dijo que: en los últimos 27 años se ha degradado más de la mitad de los corales que cubren la Gran Barrera.
Según un reciente informe de la Unesco , se han presentado 43 proyectos de desarrollo en los alrededores de la Gran Barrera de Coraly el Gobierno de Australia y del estado de Queensland no han tomado las medidas necesarias para mejorar la calidad del agua en el área.
Por ello, los científicos australianos de 33 instituciones se unieron para instar en una misiva al Gobierno de Canberra y a las autoridades del estado de Queensland que prohíba la construcción de nuevos puertos fuera de las áreas industriales existentes y que implemente una nueva estrategia para gestionar mejor el desarrollo del litoral.
Possingham enfatizó que si bien los científicos han estado preocupados desde hace mucho tiempo por la salud de la Gran Barrera , declarada Patrimonio de la Humanidad en 1981, los gobiernos deben sopesar el peso del desarrollo económico frente al cuidado del medio ambiente. "Solo queremos la verdad sobre la mesa", acotó el ecologista.
Fuente: La Vanguardia