La vida secreta del Sol

A simple vista puede parecer solo una pelota brillante, sin detalle. Pero nuestra estrella es dinámica y las diferentes ondas que produce dejan ver sus capas y procesos "secretos".

Aunque a simple vista puede parecer una pelota brillante y sin mucho detalle, el Sol es, de hecho, una estrella dinámica y bella. Si miramos las diferentes ondas de longitud de la luz que produce el Sol podremos ver sus diferentes capas y procesos.

La fotosfera es la superficie visible del Sol y la que estamos más acostumbrados a observar. La temperatura de la fotosfera es de 6.000º C. Las motas negras se deben a la intensa actividad magnética, que provoca las llamadas manchas solares, que son regiones donde la temperatura es 1.500º C más fría que el resto de la superficie. Las manchas solares grandes pueden llegar a medir seis veces el diámetro de la Tierra.

Bajo la superficie visible del Sol se encuentra la cromosfera, donde las temperaturas oscilan entre los 6.000º C y los 20.000º C. Los átomos de hidrógeno del Sol emiten una longitud de onda roja específica. Al mirar esta luz, la estrella revela una fina estructura de lazos negros llamados filamentos. Estos son hilos de gas más frío suspendidos sobre la cromosfera por la acción de poderosos campos magnéticos.

La "región de transición" es una capa delgada entre la cromosfera y la atmósfera superior, donde las temperaturas varían enormemente, desde 20.000º C hasta 1.000.000º C. Esta impresión fue capturada con luz utlravioleta, invisible al ojo humano.

La atmósfera exterior del Sol se llama corona. Esta imagen, tomada con luz ultravioleta, muestra las partes más calientes de la región de transición y la corona. Los diferentes colores representan las diferentes temperaturas: rojo es relativamente frío (cerca de 60.000º C) mientras que azul y verde significan más de 1.000.000º C.

Las poderosas fuerzas magnéticas del Sol escupen "materia solar" más allá de la corona, en eventos que se conocen como "eyección de masa coronal" o CME, por sus siglas en inglés. Estas imágenes de cerca muestran filamentos magnéticos merodeando sobre la corona. Esta eyección puede viajar a más de 1.400 kilómetros por segundo y estrellarse contra el campo magnético de la Tierra sólo unos días después.

Cuando la materia solar choca con el campo magnético terrestre puede crear este sorprendente efecto, llamado "aurora". La materia solar interactúa con los gases de nuestra atmósfera, creando luces fantasmagóricas, que pueden apreciarse mejor en los polos magnéticos de la Tierra, donde se concentran. La de esta foto, la "aurora austral", fue capturada por la tripualción de la Estación Espacial Internacional (EEI).

La clave de esta imagen cuadro a cuadro de la EEI pasando directamente entre el Sol y la Tierra está en la perspectiva: la EEI está mucho más cerca de la Tierra que del Sol, así que se ve relativamente grande. De hecho, el tamaño de la EEI es semejante al de un campo de fútbol, mientras el diámetro del Sol es 100 veces mayor al de la Tierra.
Fuente: BBC